Principios ideológicos de la UNDEF en sus inicios
Como se ha visto, la UNDEF quedó controlada por la Asociación de San Jorge de Alcoy desde el mismo momento de su fundación y los cargos de la Junta Directiva fueron copados por alcoyanos o residentes en Alcoy (José Luis Mansanet, Salvador Dom
nech, Francisco Vañó), que eran precisamente los alcoyanos que habían participado más activamente en el Congreso. Y éstos, lo que hicieron desde sus cargos en la nueva institución creada fue, lógicamente, promover activamente dentro de la UNDEF las ideas que habían defendido en el Congreso, entre ellas, la “primogenitura de la fiesta alcoyana”, la religión como componente indisoluble de las Fiestas de Moros y Cristianos y las fiestas de Alcoy como ideal de la Fiesta y, por tanto, como modelo a seguir por todas las demás poblaciones. Por lo tanto, se empezó a utilizar sistemáticamente la palabra Fiesta en singular, a pesar de que el Congreso había dejado libertad en su conclusión nº 13 para utilizarla en singular o en plural, y se fomentó la preferencia del término alcoyano filà en vez del de comparsa. De esta forma, los dirigentes alcoyanos de la UNDEF se olvidaron del respeto a las particularidades propias de cada población, que habían propugnado los congresistas villenenses Alfredo Rojas, Francisco García Martínez y Restituto López Hernández, y en cambio siguieron una línea alcoyanizante, que fue aceptada ingenuamente por los dirigentes festeros de las demás poblaciones por el prestigio intelectual que tenían entre ellos y por la sutilidad y la diplomacia con que exponían sus ideas.Esta definición no describe correctamente y de forma objetiva las fiestas de moros y cristianos en general [1], sino las fiestas de Alcoy en particular, en las que sí quese conmemora un hecho relacionado con la reconquista como es la rebelión de Al-Azraq en 1276 y la conquista y pérdida de Alcoy. Por lo tanto, la definición de la UNDEF no se refiere a las Fiestas de Moros y Cristianos tal y como son actualmente, sino a cómo son en Alcoy, que es precisamente como a los alcoyanos les gustaría que fueran en todos los demás pueblo [2]. Siempre se ha hablado en la UNDEF de la “trilogía festera”, que en realidad es la “trilogía festera alcoyana” porque sólo existe en Alcoy, y en unos pocos pueblos más cuyas fiestas surgieron por influencia directa de las de Alcoy.
[1] En efecto, las Fiestas de Moros y Cristianos no son “la celebración solemne del Patrón o Advocación local”, sino que se celebran actualmente en su honor, y digo “actualmente” porque no siempre ha sido así, ya que hasta el siglo XIX se celebraban también con motivo de las Fiestas Reales y, hasta el siglo XVI, exclusivamente con motivo de éstas. Pero las fiestas patronales y las de moros y cristianos son dos fiestas distintas y con un origen distinto, como demuestran los datos históricos, por lo que esta definición fue errónea ya desde el principio. La distinción entre Fiestas de Moros y Cristianos y fiesta patronal fue expuesta ya en el Congreso de Villena, precisamente por los congresistas villenenses y de forma suficientemente clara. Así, Alfredo Rojas manifestó de forma profética en su ponencia: “Y si aceptamos, pues, que la Fiesta es la resultante de la decisiva y personal aportación de una comunidad sobre la base común de los supuestos que fueron el origen del festejo, habremos de establecer, como consecuencia inmediata, que la idea de una Fiesta-patrón carece absolutamente de sentido. Cualquier tentativa de establecerla sería, por tanto, rechazada; y finalmente, aunque se intentara llevarla a cabo, resultaría artificiosa y falta de autenticidad.” (Página 217).
[2] El “Esquema Básico de la Fiesta” consta de 3 elementos (el religioso, el histórico y el popular) y no es más que la “trilogía” alcoyana, que consiste en celebrar 3 días de fiesta dedicando cada uno de ellos a uno de los 3 elementos mencionados, el 22 de abril al elemento popular, representado por las dos Entradas, el 23 al elemento religioso, con las procesiones (de la Reliquia, por la mañana, y la Procesión General, por la tarde) y las misas en honor a Sant Jordi, y el 24 al elemento histórico, con las Embajadas y los Alardos. Y así lo reconoció el mismo Mansanet en su ponencia del Congreso: “Concentrar la fiesta en tres días: uno de desfiles, el 22 de Abril lo espectacular, las entradas; otro esencialmente religioso, el 23, cumplimiento del voto secular, misa, procesiones; y un tercero, el 24, de conmemoración histórica – una historia vista con los ojos del pueblo y no con los textos de los eruditos -, representando el ataque, pérdida y recuperación del castillo, con embajadas y batallas de arcabucería. Un esquema justamente equilibrado porque cada día trata de desarrollar una faceta de la Fiesta.” (Página 367). Después lo repitió, mejorando su redacción, en las páginas 59-60 de su libro La Fiesta de Moros y Cristianos de Alcoy y sus Instituciones (reeditado en 1981): “La Fiesta se ha concentrado en tres días: el 22 de Abril, desfiles que han ido desde el primitivo ‘Paseo de capitanes’ de la víspera del Patrón en 1741, a las espectaculares Entradas; el 23, esencialmente religioso, misa, procesiones, cumplimiento del voto popular; y el 24, conmemoración histórica con ataque, pérdida y recuperación del castillo, embajadas y batallas de arcabucería. Es un esquema justamente equilibrado porque cada día trata de desarrollar una faceta de la Fiesta; y es un esquema mínimo para toda Fiesta que pretenda llamarse de Moros y Cristianos.”